Por Carlos Iván Moreno Machado*

El preludio del mes ubica en la cúspide, la prominencia de la Cruz Roja, que el pasado 8 de mayo celebró su Jornada Mundial, irradiando a todos los países donde brilla su presencia, en un mundo que respira con esperanzas observando su destacada labor de humanidad, en el fragor de las guerras que continúan marcando con tinta indeleble los anaqueles de la historia.

Ante la guerra entre Rusia y Ucrania, donde se mide la resistencia de esta y de las ayudas que Europa le brinda, guerra que supera los 2 años; e igualmente, ante la otra guerra entre de Israel y Hamás en Gaza, con negociaciones para consolidar una tregua, enfrentamiento desatado hace más de 7 meses; todos los países ajenos al combate, deben contribuir con ayudas humanitarias y con el fortalecimiento directo de las fundaciones dedicadas a esta tarea, especialmente, con la del Comité Internacional de la Cruz Roja que en este año 2024, cumplió 160 años.

La creciente necesidad de ayudas humanitarias, el despeje de zonas, la parálisis de tiroteos y detonaciones de armas para facilitar su acceso y llegada, no da espera. La guerra parece ser un anuncio apocalíptico y ciertamente fue el apocalipsis de quienes perdieron sus vidas. La arena bélica es desgarradora, como lo son sus noticias, imágenes, notas y videos, pero si algo es positivo, es la labor de los socorristas y rescatistas del voluntariado de la Cruz Roja.

Dentro de los múltiples homenajes registrados en el mundo, el día 4 de mayo de la presente anualidad, en el Teatro la Scala de Milán (Italia), conmemoraron los 160 años de la Cruz Roja italiana, con un concierto benéfico a cargo de la filarmónica de la Scala dirigida por Zubin Mehta y con la especial participación del solista Maxim Vengerov, quien indiscutiblemente, en la actualidad, es uno de los mejores violinistas del mundo. Evento que comenzó centrando la atención en los acontecimientos bélicos que atraviesa el mundo en Ucrania y en el Medio Oriente, con palabras cargadas de sentimiento, con una invitación a reflexionar sobre el papel de la Cruz Roja para superar situaciones crónicas, ayudando a las personas que se encuentran en peligro. En este concierto del Teatro la Scala, con el gozo, dulzura y livianidad de la música, se buscó embastecer la capacidad operativa de la Cruz Roja, que en medio de disparos, explosiones, ataques, tanques y tropas, cuidan bondadosamente la salud y la vida de los afectados. Un efecto del arte es este: generar conciencia social y contribuir a la riqueza de valores, que como bien lo dijo Chavela Vargas: “Hay que llenar el planeta de violines y guitarras en lugar de tanta metralla”.

Al margen de cualquier opinión respecto del contexto político internacional, cualquier ciudadano, puede meditar y reconocer la importancia de la Cruz Roja a lo largo de la historia, que encima de dedicarse a socorros, inclusión social, inseguridad alimentaria, salud, educación, crisis climáticas y medio ambiente, tiene una función humanitaria de transportar medicinas y alimentos a las personas afectadas por el conflicto armado, además de buscar a quienes han desaparecido y a facilitar la liberación de rehenes. Cruz Roja, cuyo emblema es notoriamente reconocido y se debe respetar de conformidad con los Tratados Internacionales, y que, a su vez, constituye una verdadera “Red Social” hic et nunc contando con más de 20.000 colaboradores a nivel internacional en más de 190 países del mundo.

*Carlos Iván Moreno Machado, es abogado litigante y consultor. Docente de la Universidad Externado de Colombia y profesor invitado de la Università di Roma TRE (Italia). Autor de los libros “Responsabilidad civil por producto defectuoso. Sustancia y proceso” y “Acción del consumidor, procedimientos de consumo y sujetos demandados. Análisis comparado entre Italia, España y Colombia”. Magíster de la Università di Roma II “Tor Vergata” (Italia) y especialista en Responsabilidad Civil y Daño Resarcible de la Universidad Externado de Colombia. Doctorando en “Derecho y Tutela: experiencia contemporánea, comparación y sistema jurídico romanístico” de la Università di Roma II “Tor Vergata” (Italia).